Lauro Arreola se hace presente en mi imaginación viniendo desde los recuerdos de mis primeros años escolares. Entonces, éramos de naturaleza que nos acercaba tal vez, un poco más a la villanía. A veces propia de los niños, solíamos –hoy lo digo sin estar orgulloso de ello- ensayar nuevas formas de hostigamiento hacia algún Lauro Arreola en particular. Por fortuna nunca llegamos a los extremos de herir a alguien con la profundidad de la cual fue víctima el protagonista de mi primera historia.