Lauro Arreola

Lauro Arreola se hace presente en mi imaginación viniendo desde los recuerdos de mis primeros años escolares. Entonces, éramos de naturaleza que nos acercaba tal vez, un poco más a la villanía. A veces propia de los niños, solíamos –hoy lo digo sin estar orgulloso de ello- ensayar nuevas formas de hostigamiento hacia algún Lauro Arreola en particular. Por fortuna nunca llegamos a los extremos de herir a alguien con la profundidad de la cual fue víctima el protagonista de mi primera historia.

Beltz

Conocí de primera mano, con la complicidad de una fogata y los amigos a mi alrededor, la historia de un perro solitario, negro y grande más allá de lo imaginable, que, según nuestro viejo narrador, estaba aquí para encaminar las almas al más allá. Beltz, me vuelve a acompañar, y con él inicia la travesía a una historia más compleja que tendrá mayor peso en los siguientes volúmenes.

Kurai

La dualidad del personaje, divido entre un gamer y su propio avatar, lo llevará vivir aventuras más allá de lo imaginable, rodeado de amistades que demostraran su amistad como en una auténtica novela de caballerías. Kurai, es una historia ambiciosa que busca quedarse en la mente del lector y esperarlos pacientemente hasta su desenlace. En los siguientes dos volúmenes, aguardan inesperados giros y sorpresas donde las historias previas del presente libro continúan.

Don Práxedes y su hijo

Un viaje a Tantoyuca, Veracruz, me puso al límite con la historia de Don Práxedes y su hijo. Una historia triste que merece ser contada tal como ocurrió. Algún la oportunidad para regresar se presentara y sabré entonces el destino de uno de los personajes.